La técnica del interrogatorio / Julio García Ramírez, Luis Ramos Santos y Florentino García González.
Tipo de material: TextoEditor: Bogotá : Ediciones de la U : Rasche, 2013Edición: Primera ediciónDescripción: 230 páginas : 24 cmTipo de contenido: texto Tipo de medio: no mediado Tipo de portador: volumenTema(s): Evidencia -- Derecho | Interrogatorio de testigos | Psicología forenseClasificación CDD: 363.254 Recursos en línea: Haga clic para acceso en línea Resumen: La presente obra pretende dar al abogado unas herramientas útiles para el fiel cumplimiento de su misión, partiendo de considerar al abogado como parte esencial de la Administración de Justicia, colaborando con ella con lealtad y buena fe procesales, pero también con capacidad técnica, es decir, lo más alejado del «abogado intrigante, que no conoce los códigos pero que se jacta de conocer a los jueces», según reproche de Calamandrei. Además, ha de tener la eficiencia de cumplir su objetivo con sentido de la economía del tiempo, recordando tanto la máxima de Carnelutti cuando declaraba que el abogado en sus actuaciones «igual que el cirujano, tiene que mirar el reloj para controlar la duración de la anestesia» (en este caso, la duración de la capacidad de mantener viva la atención del juzgador), cuanto el consejo de Ossorio y Gallardo al letrado que iba a informar ante el juez: «Si tienes razón, sé breve para que no te la quiten». El textoTipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libros | Consultorio Juridico | 363.254 G216t 2013 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Ej. 1 | Disponible (Sin restricciones) | 28762 |
En la carátula, tercera edición ampliada y actualizada.
La presente obra pretende dar al abogado unas herramientas útiles para el fiel cumplimiento de su misión, partiendo de considerar al abogado como parte esencial de la Administración de Justicia, colaborando con ella con lealtad y buena fe procesales, pero también con capacidad técnica, es decir, lo más alejado del «abogado intrigante, que no conoce los códigos pero que se jacta de conocer a los jueces», según reproche de Calamandrei. Además, ha de tener la eficiencia de cumplir su objetivo con sentido de la economía del tiempo, recordando tanto la máxima de Carnelutti cuando declaraba que el abogado en sus actuaciones «igual que el cirujano, tiene que mirar el reloj para controlar la duración de la anestesia» (en este caso, la duración de la capacidad de mantener viva la atención del juzgador), cuanto el consejo de Ossorio y Gallardo al letrado que iba a informar ante el juez: «Si tienes razón, sé breve para que no te la quiten». El texto
Derecho
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