Cámaras bronceadoras:

Zuluaga de Cadena, Ángela

Cámaras bronceadoras: mitos y realidades / = Tanning beds: myths and reality / Ángela Zuluaga de Cadena. = Ángela Zuluaga de Cadena. - Bogotá : Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugia Dermatológica, 2009. - 6 páginas Ilustraciones + Tablas

Artículo de reflexión

Los efectos deletéreos de la radiación solar sobre la piel humana son ampliamente conocidos. Sin embargo, el uso de cámaras bronceadoras con fines cosméticos se ha extendido en el mundo. Se estima que 30 millones de personas hacen uso de la cámara, de los cuales, 2,3 millones son adolescentes. En el año 2005, esta industria movió cinco billones de dólares, trece millones al año en los Estados Unidos. Se calcula que un millón de personas se broncean diariamente, de las cuales, 70% son niñas y mujeres blancas de 16 a 49 años.
Las primeras cámaras bronceadoras en la década de los setentas usaban radiación ultravioleta de amplio espectro. En los ochenta, las lámparas tenían 95% a 98,5% de rayos ultravioleta A. Recientemente, se han puesto de moda las lámparas de alta presión con crecientes dosis de rayos ultravioleta B.
Existen varios mitos respecto a las cámaras bronceadoras como son: 1) que es saludable; 2) que se usan por razones médicas, como la síntesis de la vitamina D y el control de enfermedades como la psoriasis; 3) que protege del daño solar, y 4) que son menos dañinas que el sol.
En realidad, el uso de la radiación artificial para broncearse no es una práctica saludable. Al contrario, la radiación ultravioleta ha sido declarada como carcinogénico reconocido por la Organización Mundial de la Salud, como el cigarrillo o los rayos X; por lo tanto, dichas cámaras no son seguras.
Su uso no ha sido reglamentado en muchos países, incluido Colombia, y aun en los países donde existen normas bien establecidas, éstas no se cumplen, pues se ha podido demostrar que se reciben dosis de rayos ultravioleta A superiores a las de un día soleado. Esto no sólo supera muchas veces la dosis necesaria para la síntesis de vitamina D, sino que puede aumentar su catabolismo. Por lo tanto, desde el punto de vista médico, nada justifica el uso de las cámaras bronceadoras. English -
The deleterious effects of solar radiation on human skin are thoroughly understood; however, the use of tanning beds with cosmetic purposes has extended throughout the world. It is estimated that 30 million people use them, and 2.3 million of those are teen agers. This business made 5 billion dollars in 2005, 13 million a year in the United States. Approximately one million people are thought to get a tan each day, 70% of which are white females between 16 and 49.
The first tanning beds at the beginning of the 70´s used broad spectrum UVR; in the 80´s, these lights 95-98% UVA. Recently, high pressure lamps, with crescent doses of UVB have become widely used.
There are several myths about tanning booths, like 1) tanning is healthy, 2) they do it for medical reasons, like vitamin D synthesis and disease control, like psoriasis, 3) that it protects from sun damage, and 4) that they are less damaging then the sun.
The truth is artificial tanning is not a healthy practice; on the contrary, UVR has been recognized by the World Health Organization as a carcinogenic agent like cigarettes or X rays, reaching the conclusion that sunbeds are not safe.
Its use has not been well controlled in many countries including Colombia and even where there are well established norms, these are not followed, because it is been proven that doses greater then a sunny day have been given. This is not only way higher than the doses needed to synthesize vitamin D, but can also increase its metabolism. For all these reasons, from the medical point of view, there is no justifying for the use of tanning beds.


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